Cuenta con dos edificios fabriles situados a orillas del río, cerca del casco urbano, uno construido durante la primera mitad del siglo XVIII y el otro en 1860 ambos magníficos exponentes de la arquitectura industrial de esa época y, al mismo tiempo, verdaderos motores de la actividad económica de la ciudad, en su momento.
En el conjunto hay dos chimeneas monumentales, tronco-piramidales de planta cuadrada y de diferente altura. Se fabricó papel hasta 1912, convirtiéndose después fábrica textil. En 1914 se instaló una central eléctrica, que funcionó hasta 1972.
En 1975, con la crisis del textil, la fábrica cerró puertas. En el mismo recinto también hay un molino de harina medieval de dos naves.